Una persona es tan grande... como las cosas que la hacen enojar
Esta frase la dijo Winston Churchill, el icónico primer ministro inglés que estuvo al frente de este país en los periodos de la segunda guerra mundial.
¿A qué se refería con esto?
Normalmente hay cosas que nos pueden hacer enojar.
¿No te ha ocurrido que en ocasiones nos llegamos a enojar por cosas aparentemente sin tanta importancia?
Muchas veces nos pasa incluso con las personas más cercanas a nosotros: nuestra propia familia. La gente con quienes tenemos más confianza, son muchas veces con quienes somos más vulnerables, y al mismo tiempo más susceptibilidades a cualquier situación que pudiera molestarnos.
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En lo profesional, la frase de Winston Churchill adquiere también su importancia:
¿Cuál es el tipo de problemas que más nos puede molestar?
¿Son situaciones con los clientes, con los jefes, con proveedores o con compañeros de trabajo?
Y después, ¿qué tipo de problemas son los que tenemos con estos otros actores que nos rodean?
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Y es aquí donde se muestra esa grandeza: en la capacidad que tenemos para dialogar y resolver nuestras diferencias para encontrar soluciones a los problemas que se nos presentan.
Uno de los grandes problemas que tenemos actualmente, es la polarización.
Muchas personas creen tener la razón sin contraponer argumentos con otras personas que piensan lo contrario, y ahí tenemos una gran oportunidad de mejorar.
Debemos tener la posibilidad de dialogar, de esa manera creceremos como personas y los problemas que se nos presenten serán menos complicados de resolver.
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