El día de hoy estoy muy contento porque es mi cumpleaños. 46 años ya han pasado desde que nací.
Ha sido una muy buena aventura hasta ahora, tanto en lo personal como en lo profesional.
Crecí en una casa llena de cariño en Guadalajara, en una época que la verdad disfruté mucho y que lamento mucho que por la situación actual del país mis hijos no puedan disfrutar igual…
Me refiero a que recuerdo que cuando era niño, tenía dos grupos de amigos si los podemos clasificar así:
Los amigos de la escuela.
Los amigos que vivían cerca de mi casa.
Recuerdo a mi mejor amigo de la infancia, vecino contiguo de casa (de niño recuerdo que yo decía que nuestras casas estaban pegadas con chicle), que ahora es un conocido y exitoso músico, aunque ya tiene muchos años que cada uno de nosotros tomó un rumbo distinto y nos dejamos de frecuentar. Cada que lo veo en sus publicaciones en redes sociales siento un gran gusto porque le está yendo muy bien, ojalá siga así de exitoso.
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A lo que me refería cuando comentaba que mis hijos no han podido disfrutar cosas que yo sí pude de pequeño, es que recuerdo que en las tardes, luego de realizar las tareas de la escuela, me salía a jugar fútbol con mis amigos en la calle… o también sacábamos las bicicletas y nos íbamos a hacer recorridos bastante largos, sin preocuparnos por el tráfico o por la inseguridad que en ese momento no existía.
No teníamos celulares, ese tipo de aparatos no existían.
Y cuando comenzaron a surgir las consolas de video (recuerdo haber tenido un Atari y después un Nintendo), era todo un acontecimiento reunirnos a jugar en casa de alguno de mis vecinos para jugar… No existía lo que ahora conocemos como “jugar en línea”… si querías jugar con alguien, era en forma presencial.
Sé que mis hijos ahora son felices con lo que tienen y la forma en que interactúan con sus amigos, pero cuando les platico lo que yo viví de pequeño, sé que a ellos también les hubiera gustado vivir algo así.
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Otra de las cosas que recuerdo mucho de pequeño, es que la autoridad que tenía cualquiera de los papás de la colonia sobre cualquiera de los niños, era incuestionable… Si me regañaba alguna mamá de un amigo, yo no lo cuestionaba, era como si el regaño viniera desde mi propia mamá… Había un sentido de comunidad que ahora en muchas ocasiones hemos perdido. Es casi impensable que alguien que no es el padre o madre de un niño, pueda llamarle la atención sin recibir un reclamo o incluso pelea de los padres del infante. Se ha perdido ese sentido de comunidad.
Recuerdo también la autoridad que tenían nuestros maestros en las escuelas…
Si por alguna razón el maestro nos regañaba (o incluso nos pegaba, eran otros tiempos, ahora sería muy penado), al llegar a nuestras casas nos esperaba un regaño mucho peor…
El día de hoy, en muchas ocasiones el maestro ha perdido ese respaldo de autoridad… debido a la competencia entre las escuelas, a los niños se les trata ya como “clientes” que pueden hacer lo que sea… y el maestro muchas veces tiene que ceder ante padres que en ocasiones pueden ser muy permisivos.
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Dicen que ante nuestros ojos, tiempos pasados fueron mejores y quizás en ese “engaño” estoy cayendo al escribir estas líneas…
Es sólo una pequeña reflexión que me llega en este día en particular, que viviré muy contento en compañía de mis hijos y de gente muy querida.
Es motivación por iniciar ya pronto un nuevo año lleno de retos y de buenas noticias que seguramente te iré compartiendo conforme se vayan materializando.
¡Estoy entusiasmado por lo que viene!
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Te deseo lo mejor, y recuerda que si tienes proyectos en 2024 que tengan que ver con el diseño y construcción de stands, déjanos tus datos en nuestra página de ZEGA, para que te podamos ayudar:
Un gran abrazo y muchas felicidades, gracias por tan buenos comentarios durante el año ,
lo mejor para estenuevo año de vida y todo el 2024
Muchas felicidades mi hermano muchos días de estos!