Tengamos cuidado con lo que parece fácil

Te quiero platicar algo que le pasó a un buen amigo, hace más de veinte años, cuando el internet estaba en pañales en México, y por ignorancia tecnológica sucedían muchas cosas… te lo platico aquí:

A mi amigo vamos a ponerle por nombre Luis para efectos de esta historia

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Cuando Luis estaba en los últimos años de universidad y comenzaba a trabajar, un buen día uno de sus compañeros (llamémosle Pedro) le comentó que su papá estaba por iniciar un nuevo negocio, y necesitaba gente con las características y experiencia de Luis. 

Luis habló con el papá de Pedro, vieron de lo que se trataría el trabajo, y quedaron en una fecha para que Luis iniciara su trabajo. 

Luis renunció al trabajo que tenía en ese entonces (ya que en el nuevo trabajo tendría mejores expectativas de ingresos), estuvo un par de semanas más para entregar su puesto al relevo que lo sustituiría, y se presentó con el papá de Pedro para iniciar labores como habían acordado. 

Cuando llegó con él, el papá de Pedro le pidió que lo esperara una semana, ya que aún no le llegaba el dinero que tenía pendiente para comenzar labores en esta nueva empresa. 

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Luis se sorprendió un poco porque formalmente habían quedado de iniciar ese día, y no le quedó más que esperar una semana como le comentó el papá de Pedro. 

Pasó esa semana… y la misma historia, que tenía que esperar oootra semana más…

Pasó otra semana, y mi amigo Luis se comenzó a desesperar debido a que ya no podía regresar a su trabajo anterior, y se le comenzarían a acumular los pendientes de pago que tenía. 

Y aquí viene algo que no te vas a esperar en la historia:

Cuando pasó la segunda semana, Luis confrontó al papá de Pedro para preguntarle por qué la tardanza… y el papá de Pedro le ofreció disculpas, pero que seguramente ya faltaría poco tiempo para recibir el dinero.

Le comentó que un príncipe nigeriano había muerto por lo que necesitaban enviar su herencia a alguien en el continente americano, y que estaba a punto de terminar el trámite para que le mandaran el dinero porque él ya había mandado un depósito inicial del trámite…

Mi amigo Luis no lo podía creer… el papá de Pedro había sido víctima de una estafa que ahora son muy reconocidas, pero como esto sucedió hace más de 20 años, el papá de Pedro siendo seguramente inexperto en tecnología e internet, sucumbió ante ese tipo de engaño…

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¿Qué podemos aprender de aquí?

Uno de los aprendizajes que me quedan de esta experiencia que le pasó al papá de Pedro, es que muchas veces algo que suena demasiado fácil, en realidad no lo es… hay una numerosa cantidad de estafas que comienzan pensando en poder ganar dinero fácil.

Otro aprendizaje que podemos rescatar, es que ahora más que nunca debemos estar atentos a lo que sucede en el mundo de la tecnología y el internet, para que no nos puedan engañar con falsas expectativas.

Es difícil que podamos siempre estar a la vanguardia de todo lo que sucede, pero sí es nuestra responsabilidad tener gente de confianza a nuestro alrededor con quien podamos acudir para expresarle dudas cuando nos lleguen supuestas “oportunidades” por parte de gente que no conocemos.

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Una manera de establecer lazos significativos con gente muy experimentada, es participando en las exposiciones líderes de nuestra industria.

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