Standuperos vs. Comediantes y Startuperos vs. Empresarios
Hace unos días de repente me llegó una idea: hay un paralelismo muy interesante entre el mundo de la comedia y el mundo de los negocios.
Desde hace unos años, no sé si fue al mismo tiempo pero en mi mente sucedió de manera muy parecida, se comenzaron a popularizar mucho dos conceptos en mundos diferentes: los standuperos en la comedia y los startuperos en el mundo de los negocios.
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Los dos conceptos suenan tan parecidos que podrían confundir a cualquiera que no los haya escuchado anteriormente, por lo que aquí te los describo rápidamente:
Un standupero es aquella persona que se dedica a una rama de la comedia que está ahora muy de moda: pararse al frente de una audiencia a platicar anécdotas con una técnica depurada y de forma tal que resulte cómica para todos aquellos que lo están escuchando. A esto se le conoce como Stand-Up, y de ahí el origen del nombre.
Un startupero es alguien que ha fundado una empresa denominada “Startup”, con un componente tecnológico muy importante, orientado a hacer crecer a su empresa muy rápidamente (lo que también se conoce como “escalarla”), para consistentemente valuarla en mayor cantidad gracias a la respuesta que le da a una necesidad del mercado que atiende. Adquiere clientes rápidamente y debido a ello adquiere consistentemente mayor valor.
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Existe una “rivalidad” que de unos años hacia acá se ha dado entre standuperos y comediantes “tradicionales”, y entre startuperos con empresarios “tradicionales”. De ahí me resultó muy interesante el paralelismo.
La radicalización que muchas veces se da en redes sociales en todo tipo de tema, ha colaborado a este tipo de divisiones en muchas industrias. La forma en que están estructuradas las redes, contribuye a que seamos cada vez más extremistas en todo tipo de temas, cayendo en casos lamentables que en vez de colaboración, provocan división.
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En la comedia como en el ámbito empresarial, en lo que nos deberíamos enfocar es en ver cómo hacer un “pastel más grande” para todos.
No se trata de competir por los espectadores o por los clientes, sino en ver cómo colaborar para incrementar la cantidad de mercado disponible para todos.
De esa forma, en vez de estar peleando, estaríamos trabajando en conjunto para que a todo mundo le vaya mejor.
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¿Conoces algún otro tipo de caso en el que ocurra algo similar a lo que aquí comentamos?
Si tenemos la suficiente inteligencia, estoy seguro que podremos aprovechar coincidencias en vez de pelear por diferencias.
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Escríbeme un mail si tienes ideas de mercados o industrias que se pueden beneficiar por trabajar en colaboración entre sus diferentes actores: