Slow Food vs Fast Food
Hace unos días, escuché un episodio que grabó la cantante Carla Morrison con Roberto Martínez, titular del exitoso podcast “Creativo”.
Ella comentó que tuvo la oportunidad de vivir durante unos años en París, más que todo porque su esposo tenía la idea de en algún momento poder irse a radicar en esa ciudad, y en una ventana de oportunidad, decidieron hacerlo.
Europa y en particular París, tiene gente cuyas costumbres son radicalmente diferentes en muchos sentidos a las que vivimos en Latinoamérica, e incluso muchas veces a las que vivimos en todo el continente americano.
En este lado del mundo, nos hemos acostumbrado a que Estados Unidos marque la pauta de cómo deben ser las cosas:
El trabajo.
Los estudios.
La cultura.
La tecnología.
Entre otras muchas cosas más…
Es innegable que para nuestro día a día sobre todo en el trabajo o los estudios, seguimos mucho la pauta de lo que en aquel país se vive.
Un ejemplo de ello, es la costumbre que hemos tomado en cuanto a la hora de la comida, en semana laboral.
Es muy probable que tú que ahora lees estas líneas, tengas un horario de comida en el que no tengas oportunidad de trasladarte a tu casa, ya que quizás tengas una hora para esta actividad en la parte intermedia de tu día laboral, y la distancia a la que vives con respecto a tu trabajo, te impide trasladarte.
Dada esa situación, lo más común es que tengas que comer en tu trabajo, o que puedas tomar tus alimentos en un lugar cercano que tenga la característica de ser un negocio de comida rápida (o “fast food”, como se conoce en inglés).
Durante este periodo de tiempo en el día, ¿qué haces además de estar comiendo? Correcto… lo más probable es que tengas tu celular revisando redes sociales, algún video o incluso viendo los correos electrónicos o chats del trabajo que no has podido aún atender.
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Lo que Carla comentó que vivió en París le dio la oportunidad de ver las cosas en perspectiva.
Te platico:
Ella comentó que que diariamente tenía la oportunidad de ir a un café o sentarse en una banca en el parque mientras iba a comer, y veía a gran cantidad de personas que mientras hacía esta actividad, se enfocaban a eso: sólo a comer, y a ver a la gente que circulaba alrededor.
Ver gente… y comer.
Sólo eso…
Sin distracciones del trabajo u orilladas por nuestra interacción constante con los demás, dado el mundo digital donde también vivimos.
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Otra cosa que me llamó la atención y que muestra la diferencia cultural que tenemos en América con respecto a Europa, es el asunto de las vacaciones.
Carla comentaba que invariablemente, toda la gente en Europa puede irse de vacaciones cada seis semanas, y en su semana laboral trabajan solamente siete horas diarias.
Es muy probable que en este lado del mundo no podamos hacer de inmediato un cambio tan radical con respecto a los horarios y vacaciones que tenemos marcados actualmente, ¿pero no sería bueno a largo plazo poderlo hacer?
He visto que se están haciendo esfuerzos al respecto, pero no olvidemos que cuando se plantean este tipo de medidas, deben venir acompañadas por planes para aumentar la productividad, de lo contrario no habría recursos para poder pagar este tipo de esquemas en las empresas.
¿Tú qué opinas al respecto?
¿Crees que algún día podamos llegar a este nivel de productividad y mejor balance entre vida personal y trabajo?
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Una manera de ver lo que hacen otras empresas, y replicar buenas prácticas, es conviviendo con otras personas de nuestra industria en los principales congresos, convenciones y exposiciones que se llevan a cabo.
Te dejo aquí el link a nuestra empresa ZEGA, para que descubras cuáles son en los que conviene que participes, y podamos apoyarte a estar en ellos: