Seamos primero buenos en lo básico... antes de meterle complejidad

Hace unos días escuché la plática que tuvieron Javier Ibarreche (comediante originario de la CDMX, pero ahora más famoso por el contenido que publica de reseñas de películas en su canal de YouTube), con Iván Fematt, mejor conocido como “La Mole”, quien también es comediante, de la ciudad de Monterrey.

La Mole tiene un canal de YouTube que está creciendo con su contenido no sólo de comedia, sino que publica dinámicas como hacer una carne asada con sus invitados, provocando una plática bastante amena entre ellos.

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En la plática, comenzaron a conversar de los grandes comediantes estadounidenses, específicamente de los “standuperos” de ese país.

Coincidieron ambos en comentar que los principales exponentes, luego de muchos años de experiencia, se dan el lujo ahora de expresar sus opiniones políticas o meter temas de mucha reflexión en sus rutinas de comedia.

Esto implica una mayor complejidad, pero también es parte de la receta del éxito que tienen ahora con su público. Cada uno de esos comediantes tiene más de 50 o 60 años de edad, y la experiencia vaya que la han capitalizado.

Al tocar este punto, Javier hizo notar que los nuevos comediantes, al querer emular a estos grandes exponentes, se están saltando un periodo de tiempo que deben vivir.

Quieren meter temas importantes para ellos, cuestiones políticas o filosóficas en sus rutinas, pero están descuidando al inicio lo más importante y básico de su profesión: dar risa…

Así de básico como se escucha: como comediantes o standuperos, lo primero que deben lograr es provocar risa en su público. Si no logran esto, es inútil todo lo demás que quieren mostrar en su material.

Es como querer correr antes de aprender a caminar. Todo lleva un proceso… Lo que quieren replicar de lo que realizan esos comediantes que admiran, lleva años para poderse “cocinar”. No deben acelerarse en lograrlo, sino vivir su propio proceso.

¿Te ha pasado algo similar?

En lo que cada quien hace, seguramente hemos vivido la tentación de saltarnos un proceso. No aplica sólo para los comediantes.

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Quiero dejarte aquí esa plática para que la puedas consultar en YouTube, seguramente te vas a divertir: