No tengo luz verde aún... pero tampoco luz roja
Seguramente entiendes la frase que puse en el título, pero por si acaso, lo voy a explicar:
Con luz verde y con luz roja, me refiero a poder avanzar o no, dependiendo de una situación particular.
Estas luces son las que están indicadas en los semáforos para los autos… Si tenemos luz verde, es la indicación de avanzar, mientras que si nos toca la luz roja, la indicación es que nos debemos detener. No avanzar más, porque de lo contrario tendremos un accidente, o por lo menos, nos van a multar por haber hecho caso omiso a las reglas de tránsito que nos enseñan antes de sacar una licencia de manejo.
¿A tí alguna vez se te ha ocurrido no hacer caso a esta regla?
Si lo has hecho alguna vez, seguramente lo has realizado a sabiendas de lo que te puede pasar si algún agente de tránsito te descubre.
Pero vamos a lo de hoy, luego de haber puesto este contexto.
Hay una persona en Monterrey, que inicialmente conocí por su faceta de comediante.
Me refiero a Marco Polo… y no es sólo su nombre artístico, en realidad así se llama… Como si al haberle puesto el nombre, estuviera predestinado a ser figura pública definitivamente.
Como te comentaba, a él lo conocí primero como comediante. Yo no soy originario de Monterrey, y quizás me faltó conocerlo antes, pero llegué a saber de él porque se hizo muy famoso con un personaje que creó llamado “Juanita”, una “niña” enorme (Marco Polo debe medir cerca de 1.90 mts), por lo que con su caracterización, cabellos rosas, un caballito de madera, vestido de niña, y otros accesorios, en verdad resultó en un personaje icónico.
Después de que lo conocí con esa faceta, me enteré de que Marco Polo en realidad tiene sus orígenes en el teatro… Él ha estado en varios de los teatros más importantes de Monterrey, y también muchos escenarios modestos donde inició su carrera.
Es todo lo que sabía de él… hasta que vi una entrevista que le concedió a Fernando Lozano, otro personaje muy reconocido de esta ciudad, no sólo por su trayectoria en televisión sino porque desde la cuna vivió cerca de la farándula, ya que es hijo de Rómulo Lozano, un pionero de la televisión en Monterrey, y María Eugenia Llamas, mejor conocida como “La Tucita”, quien fue actriz durante prácticamente toda su vida.
En la entrevista con Fernando, Marco Polo relató cómo desde pequeño tenía una gran predilección por la escena… tomaba trapeadores de su casa, los volteaba y actuaba como si los trapeadores fueran mujeres en sus obras.
Le actuaba a sus familiares, en obras de su propia creación.
No te voy a relatar totalmente la entrevista, pero quiero llegar a cuando comentó que ya más grande, se fue haciendo camino en el teatro a punta de trabajo y esfuerzo.
Y comentó algo que me llamó muchísimo la atención:
Cuando él quería lograr algo, ya fuera conseguir un teatro, o a ciertos actores, era particularmente persistente….
Su frase era: “quizás aún no tengo luz verde… pero tampoco tengo luz roja”.
Es decir, si no le habían dicho un NO rotundo, para él era un “probablemente sí en algún momento”, y eso lo hacía perseverar, hasta que lograra lo que quería alcanzar.
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Esta actitud de Marco Polo me recordó a mi actuar también… A lo largo del tiempo que llevo realizando el podcast Mundo Expo, me he encontrado en ocasiones con invitados a quienes quiero tener en el podcast, pero que por una u otra razón sus agendas no se ajustan a poder conceder el tiempo para una entrevista.
Y ahí aplico la técnica “Luz verde - Luz roja” de mi estimado Marco Polo:
Mientras no me digan que no, es un probable “sí, pero no por ahora”.
Me anoto el compromiso de volver a llamarles en un tiempo más, y lo hago…. los vuelvo a contactar.
Y si no pueden, pero aún no me dicen que no (luz roja), entonces es un probable sí (luz verde).
¿Qué resultado he tenido a lo largo de los años?
Calculo que más del noventa por ciento de la gente que he contactado alguna vez para entrevista, eventualmente me otorga parte de su tiempo en hacerlo… lo cual agradezco mucho, porque el tiempo es lo único que nunca podemos recuperar.
Es el resultado de la perseverancia… que a veces se puede confundir con necedad.
La diferencia, como decía Horacio Marchand, está en el resultado. Si te salió, fue perseverancia… si no te salió, entonces lo clasificamos como necedad.
En fin…
Lo importante es siempre estar intentando.
Eso hay que tenerlo claro.
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Y para que veas la entrevista completa a este gran actor de teatro, que además es un excelente comediante, te dejo aquí el link para que la puedas disfrutar: