No seamos elefantes de circo
Te invito a que te imagines a un elefante de circo. ¿Cómo es? ¿Puedes visualizarlo?
De unos años hacia acá, hay países que ya no permiten el uso de animales dentro de los circos, pero te pido que te lo imagines como se tenían en forma tradicional en estos lugares.
Seguramente estás pensando en el color del elefante, la textura de su piel, el tamaño de sus orejas, la forma de sus patas, su gran tamaño, el traje colorido que le ponen en el circo, la forma de su trompa, y quizás otros detalles.
Pero más allá de estas características, te pido que te imagines cómo se encuentra el elefante cuando no está “trabajando”, específicamente cuando está resguardado…
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¿Sabes cómo mantienen a estos elefantes para que no se escapen?
Muy probablemente lo hayas visto en películas: los elefantes tienen un grillete con una cadena sujeta a una de sus patas, y a ésta la sostiene una estaca clavada al piso.
¿Cómo es que un animal tan grande y fuerte, no puede soltarse, si es notablemente más fuerte que la resistencia que pudiera presentar esa cadenita y estaca?
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La respuesta a esto es: que el elefante se rindió mucho antes de intentarlo.
Te explico:
Al elefante, desde pequeño, lo sujetaron a la misma estaca con la misma cadena… cuando era pequeño, la cadena era sumamente complicada para él para poder soltarse. Seguramente lo intentó muchas veces de pequeño, sin éxito.
A medida que pasaron algunos días, el elefante finalmente se rindió y nunca volvió a intentarlo… siguió pensando que su tarea sería inútil.
Ahora, ya de grande, ni siquiera se le pasa por la cabeza la posibilidad de romper esa cadena. En comparación a ella, no se ha dado cuenta que sus condiciones físicas han cambiado muchísimo, y que ahora bastaría un poco de su fuerza para poderse soltar.
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A nosotros nos podría estar pasando lo mismo en diferentes situaciones de nuestra vida.
No nos damos cuenta que nuestras condiciones materiales e intelectuales han evolucionado, y estamos en una situación diferente a la de hace diez, quince o veinte años. Nos acostumbramos a nuestra manera de pensar, y muchas veces se nos hace difícil cambiar.
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Tenemos una gran oportunidad de evolucionar positivamente asistiendo a los eventos especializados que suceden a nuestro alrededor.
Muchas veces no es siquiera necesario cambiarnos de ciudad, en nuestra región ocurren eventos de mucho provecho.
Si quieres saber más, te invito a qué nos visites y te ayudaremos a ver en cuál te conviene participar: