Mirar al dar
Hace unos días escuché una reflexión que me dio algo para pensar…
Si tú tienes hijos, seguramente también te hará reflexionar esto que te voy a platicar.
¿De repente te han llegado dudas acerca de qué tanto se debería regalar a los hijos?
Hay teorías que dicen que no es bueno darles todo. Que debemos procurar como papás que ellos no sientan que todo lo reciben sin ningún mérito o esfuerzo… que deberíamos restringirles demasiados privilegios para no “echarlos a perder”.
Pero pensemos…
¿Qué deben hacer las personas que afortunadamente cuentan con un hogar con una buena cantidad de recursos monetarios?
¿Es justo para los hijos limitarlos completamente, o por el contrario se deben llenar de regalos porque tienen la posibilidad?
Es ahí donde se puso más interesante lo que escuché al respecto:
Todo se resume en una frase: “mirar al dar”…
Para que esos regalos sean positivos, el papá o la mamá que los entrega debe hacerlo no sólo como un reflejo, sino observando cómo aprovecha su hijo o su hija dicho regalo.
Incluso, cuando es posible, disfrutar con su hijo ese regalo. Que sepa que viene desde el cariño y el amor, y no sólo desde un mero reflejo por cumplir un capricho.
Me gustó esa filosofía.
No importa qué tanto dinero se tenga. Lo que más requieren nuestros hijos es la atención.
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Y si ellos ya cuentan con edad suficiente, una gran experiencia es llevarlos a los eventos en dónde pueden conocer lo mejor de una industria: las exposiciones, congresos y convenciones.
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