Los nervios cuando va a “comenzar la función”
¿Has tenido la oportunidad de ver una entrevista de algún actor o actriz de teatro?
Invariablemente llega la pregunta por parte del entrevistador:
Con todos los años que llevas de carrera en esta profesión… ¿Aún te pones nervioso/nerviosa cuando vas a salir a escena?
Con diversos matices, pero casi siempre la persona termina confesando que efectivamente en diversos grados aún tiene esos nervios al salir al escenario.
Para algunos es una sensación incómoda, mientras que para otros es un sentimiento que los ayudan a dar el máximo… es eso que al sentirlo los hace recordar la razón por la cual escogieron esa profesión.
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Te presento esta situación porque pienso que se parece mucho a lo que se vive cuando se aproxima un evento en el que vamos a montar stands por parte de nuestra empresa ZEGA.
Antes de un montaje, tenemos los materiales listos que se van a utilizar, los permisos que expiden los comités organizadores, el personal que va a trabajar en el evento listo para lo que viene… Y aún así, no dejo de sentir esos nervios mientras se desarrollan los trabajos de en el evento.
Todo proviene en que en mi mente deseo que todo salga perfectamente, que los stands se entreguen lo antes posible a cada uno de los clientes y que todos queden satisfechos completamente.
Sin embargo, existen eventos en los que por una u otra circunstancia fuera de nuestro control, debemos de ajustar procesos sobre la marcha para adecuarnos a la realidad que se nos presenta en el momento.
Por ejemplo, hubo un evento en el que teníamos programados y autorizados cuatro días de montaje para diferentes stands.
Llegó el primer de evento y no nos dejaron entrar durante todo el primer día por problemas en el recinto… Nos comenzamos a preocupar por el tiempo que perderíamos para trabajar, por lo que comenzamos a ver la manera en que simplificaríamos el montaje, con el fin de ahorrar tiempos.
A final de cuentas, nos permitieron entrar hasta la tarde del segundo día originalmente programado, por lo que de cuatro días que habíamos contemplado originalmente, se nos recortó a dos días y medio.
En esos momentos la adrenalina y la necesidad de solucionar las cosas, generan en una persona un enfoque muy particular: nos hace realizar cosas en menor tiempo y de manera que podamos lograr el objetivo: terminar a tiempo para que los clientes comiencen su evento con el stand completo y terminado.
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Si quieres contar con una empresa que se sepa adaptar a ese tipo de circunstancias inesperadas, y te saque adelante en tu evento, no dudes en dejarnos tus datos y te vamos a apoyar: