La teoría de las ventanas rotas
Hace más de cincuenta años, en la Universidad de Stanford se realizó un experimento muy interesante planteado por el psicólogo Phillip Zimbardo.
El experimento consistía en lo siguiente:
Dejar abandonado un auto que estaba en un estado impecable, sólo no tenía placas y lo abandonaron con las puertas abiertas, en un sector de la ciudad considerado peligroso. Pasó lo que tenía que pasar: casi de inmediato comenzaron a sacar todo lo que se pudo del vehículo, tanto por dentro como por fuera.
La siguiente parte del experimento, dejaron también un vehículo de las mismas características con las puertas abiertas, pero ahora en un lugar de la ciudad de clase socioeconómica alta. Lo que sucedió fue muy diferente a lo del primer caso: el vehículo estuvo con las puertas abiertas, intacto, durante una semana completa.
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El experimento no paró ahí:
Lo siguiente que hicieron fue unas pequeñas variaciones del experimento hecho en el sector de la ciudad de clase alta. Al vehículo que inicialmente estaba impecable estacionado en la colonia de clase alta, le dieron un par de martillazos en la carrocería y le rompieron una ventana. Con eso el auto se veía ya con algunos daños.
¿Qué pasó entonces?
Al ver el aspecto de auto abandonado, ya no les importó y la gente se comportó igual que en la colonia peligrosa: en poco tiempo asaltaron el vehículo y le comenzaron a quitar cosas tanto por dentro como por fuera.
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A esto se le denominó después de eso la “Teoría de las Ventanas Rotas”, que nos dice que si algo está mal y no se arregla pronto, provocará un efecto de contagio con un deterioro acelerado de la situación.
¿Identificas situaciones en tu empresa, en tu ciudad o más específicamente en tu colonia que tengan semejanza con este experimento que te platiqué?
Seguramente podremos identificar una calle con un bache que después se convirtió en dos, en tres, etc…
O un cruce en el que frecuentemente se descompone el semáforo, y que al no arreglarlo provoca una serie de accidentes.
A nuestro clientes de ZEGA que participan en exposiciones, les interesa estar pendientes de que en su empresa y en su entorno no sucedan esta especie de “efectos negativos en cadena”, y les gusta compartir con su industria para que en vez de participar en círculos viciosos, lo hagan en círculos virtuosos.
Si a tí te interesa que te apoyemos en ese tipo de eventos, déjanos tus datos y te vamos a ayudar: