La interesante historia de Ferdinand Cheval

Te voy a platicar un poco de una persona cuya historia me llamó poderosamente la atención:

Me refiero a Ferdinand Cheval.

Ferdinand era un cartero francés… Nació en ese país en el año de 1836.

A él le gustaba mucho su profesión no sólo por el trabajo de entregar cartas de todo tipo de asuntos a los habitantes de Francia. Le encantaba porque le daba la posibilidad de realizar una actividad que le apasionaba:

Recoger piedras.

Y me refiero a piedras de todos tamaños, formas, colores y texturas.

Mientras caminaba para realizar la entrega de las cartas y documentos, mantenía los ojos bien abiertos para detectar rocas que le llamaran la atención.

Esta actividad se convirtió en una obsesión para él: llevaba tantas piedras a su casa, que llegó un momento en el que ya no cabían: o se salía él de su casa, o sacaba sus piedras. Ya no cabían todos.

Y entonces, se le ocurrió una idea:

Escogió un lugar, y comenzó a llevar sus piedras para construir un palacio.

¿Un palacio? Sí… así como lo lees: Un Palacio.

Y entonces sucedió algo mágico pero que requirió tiempo y mucha constancia de su parte: fue llevando las piedras y pegándolas con cemento para construir ese palacio.

Su obra le llevó una cantidad impresionante de tiempo: duró treinta y tres años realizándola, trabajando durante las tardes al salir de su trabajo, y durante muchas noches también.

A esta obra se le conoce como el Palais Idéal (El Palacio Ideal), y es reconocida como una obra de arte arquitectónica.

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¿Te imaginas lo que es tener una convicción tan firme que te lleve 33 años en llevarla a cabo, y aún así sigas adelante durante tanto tiempo?

¿Cuántas veces nos damos por vencidos en abandonando objetivos a los que no hemos dedicado el tiempo suficiente?

El caso de Ferdinand Cheval es un gran ejemplo de la trascendencia que puede tener el hecho de ser constante.

No cabe duda que en muchas ocasiones, vale más la tenacidad que el talento nato.

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Con nuestros negocios debemos ser así de constantes. Siempre estar abiertos a encontrar nuevas formas de contactar a clientes o aliados con quienes generar nuevos negocios.

Un muy buen lugar para hacerlo es en las exposiciones, congresos y convenciones de nuestra industria.

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