La importancia de las amistades a lo largo de nuestra vida
Ver a los amigos de hace años te recarga las pilas
Hace unos días tuve la oportunidad de ver a buenos amigos de mis épocas de preparatoria, y también de la universidad en otra reunión. Me referiré a lo que vivo cuando veo a los de prepa.
Cada dos o tres años en promedio, he tenido la oportunidad de asistir a alguna reunión que se organiza de los exalumnos de la preparatoria.
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Para mí, fue una época que recuerdo con mucho cariño… seguramente influye esa teoría que dice que nuestro cerebro guarda con mayor fuerza aquellos recuerdos que fueron placenteros, que fueron gratos para nosotros y tiende a guardar o desechar aquellos que no fueron tan buenos.
Yo en lo personal recuerdo gratamente esa época, en la que ya comenzábamos a hacer cosas de adultos aunque apenas estábamos por cumplir la mayoría de edad.
Ya comenzaba a realizar mis primeros trabajos, empezaban a organizarse viajes (sobre todo en camión) para recorrer lugares como Guanajuato (con el famoso festival Cervantino), Mazamitla, Tapalpa, Puerto Vallarta, Nuevo Vallarta, Manzanillo y otros lugares turísticos.
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Esos viajes y en general la relación forjada con el contacto diario con los amigos, construyeron unos cimientos muy sólidos que ayudaron a formar nuestro carácter como personas.
Si la familia es importante, los amigos lo son también. Son ese conjunto de personas a quienes podemos acudir cuando tenemos algún problema, o con quienes podemos rebotar ideas que queremos aplicar en nuestra vida.
Son esas personas que no te juzgan: te aceptan como eres, con tus virtudes y defectos, ya que comparten contigo esa formación de juventud en la que todos estaban forjando su carácter.
Las experiencias de vida que tuve con ellos son algo que no olvidaré en los años que me queden.
Cada que vuelvo a verlos, independientemente de la profesión que cada uno de nosotros tenga, de la situación económica, familiar o sentimental de cada quien, me siento con total confianza con ellos.
Es volver a vivir esa camaradería de juventud, recordar épocas muy felices, y que sirvan para “recargar pilas” para todo lo que tenemos que hacer en nuestro día a día.
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¿Tú tienes algún grupo de amigos con el que te sientas de la misma manera?
¡Espero que sí!
Es algo que el dinero no puede pagar, y que se queda contigo por siempre.
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