Con el impulso de las redes sociales, de unos años para acá hemos visto literalmente “explotar” la cantidad de escritos a los que estamos expuestos.
No solamente me refiero a lo que sale en medios tradicionales, revistas, periódicos, portales de medios de comunicación… Me refiero a lo que ponemos todos los días en redes sociales como Twitter, Facebook, Instagram, además de todos los blogs y newsletters a los que tenemos acceso.
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Estoy seguro que a tí como a mí, te ha pasado que al ingresar a una publicación en Facebook, por ejemplo en las que anuncian algún servicio, producto o algo que están buscando, te habrás encontrado con una cantidad grandísima de errores de ortografía por parte de la persona que los escribe.
Quizás cuando se trata de un mensaje directo que una persona manda a otra (algún amigo o familiar), los errores no son tan trascendentes… no pasa de una simple anécdota.
¿Pero qué sucede cuando esos errores se cometen cuando una persona está hablando acerca de su trabajo? ¿O que está en contacto con un cliente al escribir un mail?
¿Qué sentimientos tienes al recibir un correo electrónico por parte de tu cliente o tu proveedor, con muchas faltas de ortografía?
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A mí por lo menos, me da una sensación de que la empresa o la persona pudiera ser poco profesional en su trabajo, si en algo básico como la ortografía, no presta la suficiente atención.
Este tipo de errores puede ser muestra de una educación pobre, que a la vez podemos escalar en pensar que la persona no estará suficientemente capacitada para darnos un buen servicio en su trabajo, con este tipo de deficiencias.
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Alguna vez leí una frase que me pareció muy certera:
“Escribir con mala ortografía, es como hablar con mal aliento”.
Me pareció muy acertada esta frase… Podemos llegar a provocar un cierto rechazo en el destinatario de nuestros escritos, ya sea en un mail, en una página web o en una red social. Podemos hacerle pensar que somos “desaseados” no solo en la escritura, sino en otros aspectos de nuestra vida profesional.
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Ayudémonos a nosotros mismos y estudiemos bien la ortografía. Suficiente trabajo han hecho las personas de la Real Academia Española para darnos herramientas con el fin de hablar y escribir bien.
¿Y cuál es la mejor manera de aprender bien la ortografía, además de estudiar las reglas de escritura?
La mejor manera es… LEER.
Una persona que lee mucho, difícilmente tendrá mala ortografía, simplemente por imitación de lo que está leyendo.
Y para cuando estés listo con una excelente ortografía, qué mejor que ponerla en práctica mandando e-mails a tus prospectos, a tus clientes y a tus proveedores para invitarlos a tu próxima participación en una exposición importante de tu industria.
¿No sabes cómo empezar?
Para eso estamos en ZEGA… Déjame aquí tus datos, y nos pondremos en contacto contigo para hacer de ese evento un gran éxito para tí y tu negocio: