La importancia de confiar en nuestro equipo de trabajo
¿Te has encontrado con un problema en tu trabajo que no hubieras podido resolver sin contar con un buen equipo?
Yo creo que todos nos hemos encontrado en esa situación. Independientemente de lo expertos que podamos ser en nuestra profesión, siempre estamos sujetos a que pasen imprevistos, situaciones que nos sacan de balance o que son retos a los que no nos habíamos enfrentado, y que nos obligan a aplicar rápidamente soluciones.
Podría platicarte cosas que me han sucedido recientemente y que son buenos ejemplos, pero te voy a compartir mejor algo que viví hace muchos años, un año antes de salir de la carrera universitaria, cuando en Guadalajara entré a trabajar a una de las empresas cerveceras más importantes de México en aquel entonces.
No recuerdo exactamente cómo viví el proceso de contratación. Yo estaba estudiando el penúltimo semestre de mi carrera en Ingeniería Industrial y de Sistemas, en ese entonces muy requerida por muchas personas. Los ingenieros de otras carreras se burlaban de nosotros y nos decían “los LAE’s con casco”, haciendo alusión a que mi carrera era muy parecida a la de Administración de Empresas pero con un toque de ingeniería. Yo no estaba de acuerdo con la apreciación pero eso no importaba definitivamente ante la carrilla que nos hacían.
Volviendo al tema de la cervecería, me contrataron por un esquema de honorarios, en el que yo no tenía un puesto definitivo en la empresa, sino que me habían contratado para un proyecto. Y resulta que el proyecto era: ¡crear una intranet para la empresa!
Era el año 1999, imagínate la situación: para empezar, yo no había estudiado muy a fondo algún sistema de programación (sabía las bases pero nada más), y me estaban pidiendo crear una red interna de comunicación para la empresa. No sé qué vieron en mí pero confiaron en que lo podría hacer… ¡la verdad confiaron en mí más que yo mismo!
Entré a trabajar y fue aquí que vi la importancia de un gran equipo de trabajo: Mayte, Toño, Nacho y Carlos me recibieron de manera fenomenal. Yo era literalmente un joven bastante inexperto en esos temas, entré al área de sistemas computacionales de la cervecería, y aún así se comportaron como un verdadero equipo para mí.
Ellos tampoco sabían nada sobre cómo hacer la intranet, pero a pesar de ello pusieron a mi alcance todo lo necesario para que yo mismo aprendiera, probara, me equivocara, volviera a intentarlo hasta que el proyecto quedó listo y funcionando antes de finalizar mi año de contrato.
Recuerdo esa experiencia con mucho cariño y me enseñó que cuando se tiene un buen equipo y una buena actitud, la aptitud se aprende sobre la marcha sin problema.
¿Has tenido la oportunidad de aprender esto con tus equipos de trabajo?
Si aún no lo experimentas, puedes ser tú quien lo pueda provocar.
Recuerda que un congreso es una muy buena oportunidad para conocer personas con las que algún día podrías colaborar para hacer equipo, y vivir experiencias como la que te platiqué.
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