La escacasez impulsa la creatividad
En una plática que escuché hace unos días, tocaron un punto muy interesante, con una actividad que ahora con la tecnología se ha modificado de forma muy importante:
La Fotografía.
Dependiendo la edad que tengas, si tienes más de 35 años, seguramente recuerdas que hace años, teníamos cámaras con rollos fotográficos.
Seguramente te suena la marca Kodak.
El modelo de negocio de ellos, justamente consistía en su mayoría, en vender los rollos de película fotográfica, utilizarlos en las cámaras, y después también proporcionar los métodos de “revelado” de las fotos para que finalmente se le entregaran al cliente que tomó las fotografías.
El día de hoy, tenemos un acceso casi ilimitado a la creación de fotografías… y no sólo eso, contamos con herramientas de mejora en la calidad o apariencia de las fotos.
No es extraño ver a personas que toman decenas de fotos en un mismo punto, y después revisarlas para escoger cuál subir a su red social favorita para mostrar sus momentos felices o de desarrollo personal.
Pero hace años no era así.
El proceso de toma de fotografías tenía algunas características que ahora ya desaparecieron:
La cantidad de fotos era finita… había rollos de 12, 24 o 36 fotografías. Y si querías más, tenías que haber comprado más rollos.
No se podían ver las fotografías antes de revelarlas… y una vez reveladas, ya no había más qué hacer. Si había mala iluminación, sombras o mal enfoque, se desperdiciaba la foto.
Los rollos eran delicados. Si por alguna razón la película fotográfica se exponía al sol aunque fuera por unos instantes, incluso por un pequeño error en su manejo, se “velaba”, es decir, se echaba a perder. Todas las fotos que habías tomado se perdían para siempre.
El revelado de las fotos era costoso. Ahora estamos acostumbrados a tomar infinidad de fotos con los celulares y subirlas a Instagram o a otra red social, mientras que hace años, cada vez que queríamos revelar un rollo de 12, 24 o 36 fotografías, implicaba un costo por el revelado y por la impresión de cada una de ellas.
El espacio que ocupaban las fotos. Al momento de imprimir las fotos, había que destinarles un espacio físico en nuestra casa. Eso implicaba comprar álbumes, o cajas para tener guardadas las fotos, y después poder accesar a ellas.
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Como puedes ver, todos estos factores hacían complejo el proceso de las fotografías.
Se tenía un sentimiento de “escasez” al momento de tomar las fotos… se sentía como que se debía poner el mejor esfuerzo posible para que cada una de ellas fuera exitosa, porque teníamos muy pocas oportunidades para obtener lo que queríamos reflejar en cada foto.
Esa sensación, lo que también provocaba sin nosotros pensarlo, pero viéndolo ahora a la distancia, es que nos implicaba un mejor desempeño. Nos esforzábamos por revisar la mejor iluminación posible, la mejor posición para la foto, el enfoque de la cámar, todo con el fin de tener un mejor resultado.
Al día de hoy, el sentimiento es otro… sabemos que tenemos “balas infinitas” que podemos gastar cual si estuviéramos en videojuego, tomando fotos a diestra y siniestra con la confianza que siempre podremos repetir sin tener consecuencias.
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Esto me llevó a reflexionar: ¿qué cosas tenemos ahora que percibimos como escasas, pero que el día de mañana podríamos tener en forma casi infinita gracias a la tecnología?
Una de ellas, se me ocurre que puede ser la energía, en forma de energía solar…
Los avances que se están teniendo en ese tema, nos pudieran llevar a tener energía virtualmente infinita en nuestros hogares y en nuestras empresas.
Gran parte de ello se mostrará en la próxima Expo Eléctrica y Solar Norte, que se llevará a cabo del 24 al 26 de octubre en Cintermex, en la ciudad de Monterrey, México.
Si te interesa participar, y no sabes la mejor forma de hacerlo, déjanos tus datos en nuestra página de ZEGA y te podremos ayudar: