Hace unos años vivimos una época terrible en la ciudad de Monterrey, donde vivo.
Yo llegué a esta ciudad en el año 2005 procedente de Guadalajara, ciudad que me vio nacer y dónde había vivido hasta entonces.
Cuando llegué, me sorprendió la seguridad que se respiraba en esta ciudad… y para muestra, un botón:
Recuerdo que algo que me impactó fue la primera vez que fui a una plaza comercial.
Como bien sabes, en casi todas las plazas comerciales de gran tamaño hay una zona de comidas (o como dicen en inglés, la zona del “food court”). En ella, hay muchos locales con diferentes opciones de comida y una zona al centro con mesas y sillas para la gente que llega a comer, con el fin de que todos los lugares compartan el mobiliario.
Lo que me sorprendió es que las personas apartaban la mesa con la bolsa de mano de las mujeres, o incluso con las llaves del auto… luego iban a comprar su comida y regresaban a la mesa tranquilamente sabiendo que sus cosas seguirían ahí.
Así era la seguridad en Monterrey hasta que cambió todo…
Más o menos en el año 2008 comenzaron a suceder crímenes de alto impacto… balaceras por toda la ciudad, cobros de derecho de piso por parte de crimen organizado, y pasamos una época muy oscura en la ciudad.
Debido a esto, se llenó la ciudad de militares tratando de combatir al crimen organizado, desatando aún más el peligro para los habitantes a la par que se trataba de bajar la criminalidad.
Como parte de estos hechos hubo uno que causó total indignación: la muerte de dos estudiantes del TEC de Monterrey, la casa de estudios privada más importante de México a manos de militares.
Fue un suceso trágico, y hace unos años se hizo el documental “Hasta los Dientes”, que relata de manera muy descriptiva todo lo que pasó, y cómo se ha pedido justicia para las familias de los fallecidos desde entonces.
Te dejo aquí el link al documental en Netflix para que lo puedas ver: