¿Hacemos siempre nuestro máximo esfuerzo?
Sé que muchas veces llega el fin de semana, y como decimos en México, llegamos de plano “arrastrando la cobija”.
Frecuentemente sentimos que la semana estuvo “de locos”, que no tuvimos tiempo para nuestra vida personal, o para actividades de diversión, y queremos que llegue el sábado o el domingo para poder descansar un poco de la labor de la semana.
Pero te invito a reflexionar:
¿En realidad piensas que el cansancio que sientes es por una semana intensa y provechosa, o más bien es efecto de una acumulación de problemas e improductividad que pudiste haber experimentado durante la semana?
Se dice que si hacemos nuestro máximo esfuerzo, no tenemos por qué sentirnos defraudados por nuestro trabajo.
Muchas veces sentimos ese pesar que seguramente haz experimentado, porque muy en nuestro interior creemos que lo pudimos haber hecho mejor… Que hubo cosas que no realizamos como se debería haber hecho, o que no nos organizamos correctamente, o que simplemente pasamos muchas horas en la improductividad… en la famosa “procrastinación” , es decir, ir dejando para otro día lo que podemos hacer hoy.
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A veces es inevitable tener esa sensación de insatisfacción por querer hacer más de lo que hemos hecho, porque estamos acostumbrados a evaluarnos por resultados.
Dicen que sólo hay dos cosas al respecto: o excusas o resultados.
Pero más allá de eso, también es de seres humanos llegar a nuestro trabajo a veces no estando al 100% de nuestras capacidades:
A veces nos enfermamos.
Un padre o madre de familia con bebé pequeño puede ser que no durmió bien por estar cuidando al bebé cada tres horas.
Existen los problemas familiares a nuestro alrededor.
Padecimientos mentales.
Y otros factores externos que nos pueden afectar.
Tomando esto en cuenta, aún así tenemos un nivel de desempeño que podemos sentir que estamos dando…
Si aún con alguna o varias de las situaciones que te describí anteriormente, somos capaces de dar nuestro mejor esfuerzo para rendir lo mejor posible en el trabajo y con nuestra familia, podemos llegar a la cama en la noche con la satisfacción de haber dado lo mejor posible… Quizás mañana nuestro nivel de energía sea mejor, y entonces también ponernos la meta de dar nuestro máximo esfuerzo, sólo que ahora sobre una base más alta.
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¿Crees que esto puede aplicar para tí, para tu trabajo y tu vida personal?
Estoy seguro que sí.
Lo más importante es tener la actitud adecuada… lo demás lo iremos resolviendo día tras día.
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Y para conocer a gente con excelente actitud, que siempre hace su máximo esfuerzo en todo lo que realiza y que puede abonar con ideas a lo que haces profesionalmente, nada mejor que participar en una exposición, congreso o convención.
En este tipo de eventos se reúnen personas a las que puedes aprenderles muchísimo, y por qué no, crear alianzas que pueden servirle a ambos a futuro.
Déjanos tus datos y podremos platicar mucho más contigo al respecto para que aproveches estas oportunidades que suceden muy cerca de ti.