Experiencias de vida con los amigos y cómo perduran a lo largo de los años
Hace unos días salí de viaje con mis hijos, tomamos carretera de Monterrey hacia Guadalajara, y decidí hacer una parada intermedia en la ciudad de San Luis Potosí para que el trayecto fuera más relajado.
De Monterrey a Guadalajara se puede ir por dos rutas:
La más corta, cruza por Zacatecas.
Y la otra, un poco más larga pero que me gusta un poco más y dicen que es más segura, es por San Luis Potosí.
Decidí irnos por ahí, y aunque era un poco más largo, quise llegar a San Luis para quedarnos ahí una noche, visitar un poco del centro de la ciudad, algunos museos y un día después retomar el viaje a Guadalajara.
Cuando fuimos a comer, después de visitar el Museo del Ferrocarril en esta ciudad (el cual recomiendo mucho para ir con la familia), llegamos a un restaurante llamado “Dulce Amor” que nos recomendaron con comida típica de esa región.
El lugar estaba decorado con frases curiosas, ingeniosas, que hacían notar el carácter agradable no sólo del restaurante, sino también de la gente que ahí atiende.
Y en este ambiente tan fuera de lo rutinario, comencé a platicar de muchas cosas con mis hijos… Mi hija de 11 años y mi hijo de 9 (casi por cumplir 10 años en unas semanas más).
El relato del día se lo llevó mi hijo, que me empezó a sorprender con la siguiente historia (mi hija ya la sabía porque él se la había platicado hace un año aproximadamente según me dijeron, pero yo aún no la sabía).
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Cuando visitó a uno de sus amigos de la escuela para pasar la tarde, cuando él tenía 6 años, estaban jugando y viendo la televisión.
Según nos comentó, en un momento de la tarde, se fue la luz sorpresivamente mientras estaban jugando… eran tres amigos en total.
En eso, empezaron a escuchar unos ruidos raros… fueron siguiendo esos ruidos hasta una de las habitaciones de la casa.
En eso, se asomaron al cuarto y según él recuerda (porque dice que su recuerdo está ya un poco difuso), vieron a un muñeco de peluche bajar de la cama e irse aproximando hacia ellos!!
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AAAAAAAAAHHHHHHHHHH!!!!!!!
Gritaron los tres amigos y salieron corriendo hacia abajo de la casa, que aunque no tenía luz, tenía bastante iluminación natural por las ventanas que había en diferentes ubicaciones.
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Los amigos se reunieron rápidamente, e idearon un plan: decidieron atacar al mono ese con aspiraciones a ser Chucky el muñeco diabólico… se dirigieron hacia la cocina, tomaron unos sartenes, se armaron de valor y subieron las escaleras lentamente….
Al llegar al segundo piso, veían que el muñeco seguía caminando hacia ellos , ahora hacia la escalera donde se encontraban… No saben cómo sacaron valor pero con sus sartenes en mano le dieron una reverenda paliza al muñeco, quitándole sus “poderes” raros que había adquirido unos minutos antes.
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Extrañamente, después de que le dieron los tremendos sartenazos al muñeco, regresó la energía eléctrica y como si nada hubiera pasado, se encendió la televisión, y regresaron a verla estando aún impactados por lo que habían vivido…
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¿Habrá pasado todo esto en realidad?
¿Por qué mi hijo no nos lo había platicado desde hace años que ocurrió eso? Según me comentó, como que lo “olvidó” por mucho tiempo hasta que lo volvió a recordar y primero se lo platicó a su hermana… para después, cuando estábamos en San Luis, en ese ambiente fuera de lo rutinario, decidiera platicármelo…
Definitivamente se llevó el día con esa historia tan increíble… no sé si lo habrán vivido en realidad, pero lo que sí sé, es que es un recuerdo que ellos como amigos tienen, y es un vínculo que los acompañará por mucho tiempo.
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Este tipo de vínculos son los que nos hacen generar confianza entre amigos, y después con clientes y proveedores.
Es muy enriquecedor compartir vivencias con otras personas, son estas vivencias las que harán que fortalezcamos los vínculos con ellos y mantengamos una buena relación a futuro.
Si no sabes en qué tipo de lugares puedes tener vivencias memorables (aunque no haya muñecos que caminen solos), busca los diferentes congresos, exposiciones y convenciones de tu industria. Te sorprenderás con la cantidad de cosas que puedes vivir ahí, y los vínculos que puedes generar.
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