Estar listo para reaccionar
Te voy a platicar lo que me pasó hace unos días en mi casa.
Había sido un día normal… un sábado que transcurría como otros.
Estamos en temporada de vacaciones en México, hay pocas exposiciones y por tanto no tenía eventos en los cuales supervisar el trabajo de mi equipo con montajes de algún stand.
Fui a hacer ejercicio por la mañana, atendí pendientes de la casa, aproveché para comprar en el supermercado cosas que necesitaría en la semana, ordené cosas que tenía tiempo de no organizar… en fin, parecía un sábado normal.
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Llegó la noche, y después de ver una película, me disponía a dormir.
Ese día yo estaba solo en la casa, mis hijos no se encontraban y el único que estaba conmigo era mi perro Spark.
Saqué al perro a su casita en el patio, apagué las luces y me acosté.
¿Has escuchado el término “duermevela”? Con esa palabra, la escritora Gabriela Mistral describía el momento en el que estás a punto de quedarte profundamente dormido, pero aún tienes una pizca de conciencia, antes de entrar al estado de profundidad en el sueño. Pues yo estaba en ese momento…
De repente, escuché un golpe muy fuerte en la pared… Tan fuerte que me levanté de un salto, aturdido y desorientado por estar casi en el sueño profundo.
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Lo que pensé primero, es que quizás algún auto se había estrellado en mi casa (mi cuarto está sobre la cochera), y que por ello había escuchado el golpe tan fuerte.
Bajé con cuidado por no saber si incluso alguien hubiera podido entrar… Me asomé a la cochera y no vi nada raro.
Posteriormente, me asomé al patio, y ahí fue cuando se aclaró todo:
Pegado a la pared hay un techo retráctil, con un mecanismo de resorte y que tiene enrollada una lona para exterior.
Tenía mucho tiempo de no usarse ese toldo, por lo que la lona se deterioró por el sol y la lluvia, hasta que llegó el momento en que se rompió, provocando que se liberará en un momento el mecanismo de resorte y abriendo de golpe la estructura. Ese fue el golpe fuerte que escuché…
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Estuve más de una hora recogiendo el mecanismo para volver a pegarlo lo más posible a la pared.
Pero más allá de eso, me quedé pensando en la importancia de poder reaccionar correctamente ante situaciones imprevistas. Cosas que muchas veces no esperamos.
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