El retiro de uno de los grandes de la historia y lecciones que nos deja

Hace unos días, se retiró como jugador en activo uno de los deportistas más grandes que ha existido. Me refiero ni más ni menos que al tenista Roger Federer, suizo, quien estando ya cerca de los 40 años de edad y luego de una serie de lesiones que lo aquejaron en los últimos dos años, decidió dar por terminada su exitosa carrera.

Durante mucho tiempo fue un dominador del deporte blanco, a principio de los años 2000’s llegó al número uno a nivel mundial y no soltó el liderato sino hasta varios años después que se encontró a otro de los más grandes de todos los tiempos: el español Rafael Nadal.

Ellos dos protagonizaron épicas batallas, una gran cantidad de finales en los torneos más importantes del mundo, que hicieron crecer mucho más la leyenda del Rey Federer.

Él fue un jugador elegante, con una técnica impecable, gran velocidad de anticipación y una habilidad incomparable para sacar jugadas inesperadas que dejaban literalmente parados a sus oponentes. Por muchos años no hubo quién le hiciera siquiera sombra a su dominio.

Sin embargo, pasó lo que tenía que pasar: el dios Cronos no perdona, y le llegó el momento de decir adiós…

Podemos pensar en varios deportistas que han sido importantes a lo largo de la historia, pero se pueden contar con pocos dedos a aquellos que como Federer tuvieron una dominancia a ese nivel.

El primero que recuerdo que tuvo tal impacto no sólo siendo un líder en el deporte sino siendo un fenómeno de mercadotecnia fue Michael Jordan en el básquetbol, formando parte fundamental de los Toros de Chicago en Estados Unidos.

Jordan fue conocido en todo el mundo, no sólo por los aficionados al básquetbol, sino por muchas otras personas que anteriormente no seguían ese deporte. Gracias a Jordan la NBA creció en audiencia en todo el mundo a un gran nivel.

Federer provocó un fenómeno similar: una persona que atrajo las miradas de todo el mundo al tenis, no sólo por lo buen jugador que era sino por todo lo que vivió fuera de las canchas: mucha atención mediática, buenos contratos con marcas deportivas muy importantes, una vida sin escándalos, siempre cerca de su esposa, papás e hijos. Un ejemplo a seguir en todos los sentidos.

Federer incluso al final de su carrera tuvo la oportunidad de comenzar a crear y utilizar su propia marca de ropa, dejando ir contratos millonarios con Nike, la marca que lo acompañó por tantos años.

Ahí pudimos ver también la visión y el deseo de Federer por hacer más cosas fuera de las canchas, aprovechando la experiencia acumulada en su deporte.

¿Qué vendrá ahora para Federer? Ya lo veremos, pero por lo pronto adelantó que no se separará del deporte de sus amores. Seguramente lo veremos ayudando a crecer este deporte y apoyando a nuevos jugadores que lleguen a tratar de por lo menos acercarse a lo que él logró.

Y así como con Federer, debemos estar atentos para los cambios de épocas.

Debemos evolucionar conforme nuestras habilidades cambian o se deterioran. Dependiendo el momento que estemos viviendo, necesitamos adaptarnos y cambiar según cambia también nuestra habilidad, nuestros clientes y el mercado.

Si quieres estar en continua evolución e innovación, revisa el calendario de eventos que tienes a tu alrededor (exposiciones, congresos y convenciones). Es una gran manera de mantenerte vigente en tu industria.

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