El fortalecimiento de la confianza para incrementar los negocios
Las reuniones que no tienen que ver con el ámbito de trabajo, ayudan a fortalecer la confianza.
Hace unos días tuve el gusto de acompañar a unos amigos a la participación que tuvieron en un concurso de carnes asadas, organizado por una asociación a la que pertenecen.
Un par de días antes, uno de ellos me había platicado que iban a participar en este concurso, y me dio mucho gusto que me invitara.
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Permíteme darte un pequeño contexto antes de platicar la experiencia del día del concurso:
En Monterrey, Nuevo León, México, ciudad donde vivo desde hace más de 17 años, es una costumbre hacer carnes asadas para convivir con familia y amigos. Cualquier pretexto es bueno para podernos juntar a platicar y compartir unos buenos cortes de carne.
Me he dado cuenta que desde hace algunos años (obviamente con su respectivo receso durante la pandemia), se han popularizado los concursos de preparación de carnes asadas. Se ha “profesionalizado” el tema a tal grado que ya podemos encontrar a varios youtubers famosos por sus innovaciones en la preparación de diferentes cortes, acompañamientos, alimentos de diferentes tipos puestos en el asador, y en fin, muchas opciones que han surgido desde que más gente ha experimentado con ello.
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Volvamos al día del concurso (que por cierto, fue un sábado):
La dinámica era que los participantes llegaran desde las 11am o 12pm aproximadamente, pusieran su asador, encendieran el carbón y comenzaran los preparativos para realizar el corte de su preferencia… Además de un buen corte de carne, se les invitó a que también prepararan acompañamientos, salsa e incluso un postre. Eran los elementos a evaluar.
La asociación invitó también a los integrantes de un colegio de educación culinaria, en el que tres personas del colegio serían el jurado calificador de los platillos.
El concurso no era muy grande al ser sólo entre los miembros de la asociación. Eran en total 4 equipos, para conseguir un ganador.
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Yo llegué como a la 1:30pm aproximadamente.
El concurso era afuera, en el área de estacionamiento del lugar… Se habían habilitado unos toldos de 4x4 metros aproximadamente, para estar cómodamente preparando los alimentos cada uno de los equipos.
Mi buen amigo Armando (que debe estar leyendo este relato), tiene un gran don para ser DJ de fiestas, reuniones y eventos, y estaba amenizando con todo su equipo de música el lugar.
No faltaban tampoco las cervezas para combatir ese calor tan fuerte que se sentía porque el sol estaba cayendo a plomo en ese momento del día.
Cuando llegamos a las 2:30pm en el reloj, llegaron los jueces, tomaron sus lugares, y uno a uno los equipos fueron pasando a mostrar lo que habían preparado.
Con micrófono en mano, los integrantes de cada equipo explicaban a los jueces el tipo de corte que prepararon, el término, los ingredientes, acompañamiento, salsas y postre que decidieron preparar… Mis amigos Omar y Roberto no fueron la excepción, explicaron a detalle el corte que prepararon y recibieron buenos comentarios de los jueces en cuanto a sabor y preparación.
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Llegó el momento y esperamos a que los jueces se fueran a deliberar durante algunos minutos…
Regresaron y llegó el momento final: se iban a escoger solamente a un primero y segundo lugar.
Primero mencionaron al segundo lugar, y no era el equipo de mis amigos… Los volteé a ver, y comenzaron a mostrarse cabizbajos, con cara de resignación, ya que ellos aspiraban a tener quizás un segundo lugar y mejorar el tercer lugar conseguido el año pasado.
Pensaban que no era muy probable que ganaran porque otro de los equipos había también tenido un buen desempeño, lo que abonaba a la desesperanza que mostraban.
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Cuál fue la sorpresa que cuando dijeron el nombre del equipo ganador, ¡ERAN ELLOS!
Gritamos todos los que estábamos debajo de esa carpa ¡como si hubieran ganado el mundial de fútbol en un partido finalizado en ronda de penales!
La verdad me dio mucha emoción ver cómo se vio recompensado el esfuerzo que hicieron por presentar a los jueces lo mejor que pudieron con las herramientas que tenían a la mano ese día…
Pero más allá de eso, lo que realmente vivimos ese día fue una EXPERIENCIA, un recuerdo que sin duda nos acompañará a todos por mucho tiempo, y podremos platicar de ello en varias anécdotas a futuro.
Este tipo de experiencias son las que al vivirlas con otras personas, fortalecen tus relaciones personales, incrementan la confianza y a la larga sirven para que esas mismas personas procuremos ayudarnos unos a otros con lo que cada quien realiza en su vida profesional.
Los negocios están hechos entre personas a final de cuentas. Cada uno con sus gustos, sus aficiones, y queriendo vivir momentos que nos enriquezcan.
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Te invito a que cada que puedas, vivas este tipo de momentos con gente que frecuentas. Te aseguro que los vínculos de confianza crecerán, te divertirás en el proceso y conforme pase el tiempo profundizarás tus relaciones con toda esa gente que te rodea.
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Y además, para que te enteres de diferentes eventos, exposiciones, congresos y convenciones que te ayudarán a vivir momentos parecidos a lo que te describí, déjanos tus datos en nuestra página de ZEGA para que te ayudemos con esas oportunidades que te da la industria de reuniones para conectar y fortalecer vínculos con personas interesantes en tu industria:
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Excelente escrito!