Aprender haciendo

Me gustan mucho los temas empresariales.

Sobre todo, me gusta escuchar las experiencias que tienen los actores que dirigen los destinos de las principales empresas en México y Latinoamérica. Disfruto mucho de leer o escuchar las experiencias que comparten cuando desde su propia inspiración escriben un libro o un artículo, o cuando alguien tiene oportunidad de entrevistarlos.

Este último fue el caso de cuando escuché hace unos días la entrevista que concedió Carlos Fernández, ex CEO de Grupo Modelo a Oso Trava en su podcast llamado Cracks.

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Carlos Fernández es una persona que da muy pocas entrevistas… tiene más de una década que le tocó vivir la venta de la que en su momento era la cervecera más importante de México (Grupo Modelo) a una empresa considerablemente más grande.

Te recomiendo mucho que escuches toda la plática… está llena de anécdotas y relatos de lo complicado que fue esta operación debido a las circunstancias que se vivieron.

Pero hoy me quiero concentrar en una anécdota que compartió, que me hizo reflexionar en la importancia que tiene el animarnos en hacer las cosas, sin quedarnos sólo en la teoría.

Aquí te comento lo que platicó:

En los tiempos en los que Carlos comenzó su labor como el CEO de Grupo Modelo, había otro empresario que era reconocido como autoridad en el ambiente de negocios: Don Juan Sánchez Navarro.

Don Juan era dirigente y fundador de diferentes organismos empresariales, además de accionista en Grupo Modelo. Tenía fama de ser muy bueno en las relaciones públicas no sólo entre los empresarios del país, sino también en el ambiente político y con la en prensa.

A diferencia de él, Carlos comentó que tenía un “área de oportunidad” en su convivencia con la prensa… no se sentía muy cómodo con ese tipo de labores, pero sabía que en su nuevo rol de CEO necesitaría mejorar en ese sentido.

Fue entonces que en una ocasión que se encontró con Don Juan, le platicó al respecto, y le pidió su ayuda para que le aconsejara cómo hacer este tipo de cosas, debido a la habilidad que Don Juan tenía.

Don Juan se limitó a decirle que al día siguiente le llamaría a Carlos a su oficina para platicar al respecto y orientarlo.

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Llegó el día… Carlos estaba esperando la llamada de Don Juan.

El teléfono sonó, Carlos contestó y Don Juan le dijo:

“Carlos… en 30 minutos llegará contigo un reportero de negocios del periódico El Universal. Te pido que lo recibas y platiques con él de los temas que desee”.

Sorprendido, Carlos le preguntó qué debía hacer… cómo debía comportarse y responder, a lo que Don Juan se limitó a decirle:

“Carlos… me pediste consejo sobre cómo ser mejor comunicador por parte de tu empresa. Pues esta es mi lección: aprenderás haciéndolo”. Y acto seguido, le colgó el teléfono.

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¿Cuántas veces caemos en la famosa “parálisis por análisis?

Muchas veces lo mejor es lanzarnos a hacer algo, y sobre la marcha aprender a mejorar nuestro desempeño en ello. La teoría es buena, pero es en la práctica cuando adquirimos la maestría en un aprendizaje.

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Te invito a que escuches el episodio, no tiene desperdicio: