A río revuelto...
Hace unos días, escuché en el podcast “Conversaciones”, la plática que tuvieron Fernando Suarezserna, Adrián Marcelo y Roberto Martínez, quienes han destacado desde hace unos años por el trabajo que están haciendo en creación de contenido, especialmente en el mundo de los podcasts, pero también en la escritura de libros, así como en la presentación de conferencias.
En la plática que publicaron el lunes de la semana pasada, Roberto Martínez, del podcast Creativo, comentó un poco de su historia reciente y el crecimiento exponencial que ha tenido en su concepto.
Para ponerte en contexto, la mesa del podcast Creativo se ha convertido en uno de los espacios más importantes en los que Roberto platica con personalidades de diferente índole. Desde artistas de todo tipo de género, hasta influencers, o empresarios de diferentes industrias.
Por ponerte algunos ejemplos, han tenido oportunidad de estar en Creativo últimamente personalidades como los siguientes:
Luis Gerardo Méndez (actor).
Ricardo Salinas Pliego (empresario).
José Madero (músico).
Diego Boneta (actor).
Natalia Lafourcade (artista musical).
Marcelo Ebrard (político).
Aldo Farías (comentarista deportivo).
Brandon Moreno (campeón de artes marciales mixtas de la UFC).
Por supuesto Fernando y Adrián, cada uno por su cuenta en diferentes ocasiones.
Y muchos otros más (tiene ya 320 episodios publicados).
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¿Y cómo fue que Roberto se hizo tan influyente al grado que tantas personalidades de diferente ámbito quieren tener la oportunidad de platicar con él en su podcast?
Él supo aprovechar la coyuntura tan complicada que vivimos en la pandemia, cuando nos encerraron a todos en nuestras casas.
Resumiéndolo en algunos elementos claves que detecté cuando habló de esta historia, detecté los siguientes:
Un poco antes de la pandemia, había iniciado otro podcast llamado “Cosas” , con otro personaje importante en México en Youtube: me refiero a Jacobo Wong, quien en su canal de noticias lleva varios años siendo importante en este aspecto. El haber creado el podcast y publicarlo semanalmente, le dio la oportunidad de sistematizar una metodología de trabajo constante.
Adaptó algo que vio en Estados Unidos y que en México en su momento aún no se aplicaba: del contenido “largo” al grabar un podcast de dos horas aproximadamente, extrajo “clips”, que son secciones de video de temas puntuales que se platicaron en el episodio, dejando alrededor de 8 a 10 clips por cada episodio largo, pudiéndolos distribuir en diferentes redes sociales (Facebook e Instagram principalmente).
Roberto se dio cuenta de que la atención de la gente se multiplicó varias veces al estar encerrados por la situación de la pandemia, por lo que metió el acelerador y se puso a crear muchos más episodios. Como ejemplo, durante la pandemia organizó un viaje a la CDMX donde pactó la grabación de más de 40 episodios en un periodo muy corto de tiempo, dejando con ese esfuerzo un gran “colchón” de trabajo que se publicaría posteriormente poco a poco.
Aprovechó las conexiones significativas que formó con cada persona que le dio dos horas de su tiempo para estar en el podcast, y pudo llegar cada vez a una mayor y más compleja serie de personalidades, llegando a un posicionamiento envidiable de su concepto de trabajo.
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¿Has escuchado la frase: a río revuelto, ganancia de pescadores?
Es paradójico cómo cuando una situación se torna complicada, muy probablemente hay maneras de poderle dar la vuelta y sacarle algo de provecho.
Roberto lo pudo hacer con su concepto de podcast, y cada uno de nosotros lo puede hacer en su industria.
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